Paisaje con nubes

Paisaje con nubes
SOL (Paisaje con nubes)

lunes, 30 de junio de 2008

DE “BLOG” EN “BLOG” COMO DE OCA EN OCA

Hace ni se sabe que no escribo nada en el “Blog”. Bueno, si que podría saberlo sin mas que entrar, ver la fecha de la última publicación y deducir cuatro o cinco días que es lo que suelo tardar en cada escrito. A veces mas, y es que soy así de lenta que me cuesta muchísimo redactar. Redactar medianamente bien, se entiende. En este tiempo he iniciado varias narraciones de pequeñas anécdotas que me han ido sucediendo, me han sucedido tiempo atrás o, simplemente, han sido otros los protagonistas y han llegado hasta mis oídos o he asistido a ellas como mero espectador. Voluntad no me ha faltado. Una voluntad, pequeñita, pequeñita, pero al fin y al cabo voluntad. Una voluntad de media docena de renglones destinados a alimentar a ese dragón que todos tenemos en el ordenador llamado “Papelera de Reciclaje”. Ya he dicho que voluntad no me falta pero si constancia y sobretodo paciencia para no desesperarme de continuo por lo malísimamente mal que expreso mis ideas. Es bonito saber escribir, un verdadero arte que cada vez admiro mas. Estoy sufriendo, al respecto, un cambio de apreciación en lo que a la literatura se refiere, he pasado de leer un libro con el afán de saber “qué” me va a contar su autor en él, por el de “cómo” me lo va a contar. El argumento a cedido su puesto prioritario a la forma.

He estado navegando por los distintos “blogs” para encontrarme con la grata sorpresa de encontrarme con grandes escritores. De esos que te quedas embobada leyendo y releyendo sus escritos aunque sean temas de los que no entiendes ni “pum” pero que te produce verdadero asombro, a la par que una gran envidia, ver cómo logran expresar en dos renglones lo que tu no consigues en una página de estrujarte el cerebro. Una verdadera delicia. En algunos casos he dejado algún comentario y hasta me han contestado, escuetamente eso si, dándome las gracias. Como son personas educadas se limitan a decir “gracias por tu comentario” y cosas así en vez de “menudo rollazo que me has escrito, rica, podías dedicarte a coleccionar mariposas y no hacerme perder el tiempo leyendo bobadas”, que es lo que realmente piensan.

Hay otros que aún no han llegado a ser grandes celebridades pero no por ello dejan de escribir como los propios ángeles. Ángeles escritores, se entiende que otros tocan trompetas y arpas pero esos son ángeles músicos. También los hay que llevan espadas de fuego y los que están en perpetuo éxtasis divino que son esos que están quietos, quietos como estatuas con los ojos en blanco, y es que el mundo angelical no es cosa baladí. Éstos últimos “bloggeros” suelen contestarme mas extensamente y hasta con algún que otro me he cruzado un par de cartas. Cuando lleguen a ser famosotes del todo la cosa cambiará, claro está, y no perderán el tiempo con alguien tan insignificante como yo. Pero hasta que llegue este momento la cosa es así.

Entre ellos destaca, sobretodo por la amistad, mi amigo virtual Alex que se le da lo de escribir como a un confitero hacer rosquillas. Es muy bueno, o, al menos, así me lo parece a mi, aunque esta apreciación no debe ser solo fruto de mi simpatía hacia él ya que son muchos los que tienen la misma opinión. Ha recibido varios premios y están a punto de publicarle una de sus obras. Sus escritos son fantasiosos, enigmáticos y truculentos, tipo Lovecraft pero con un cierto sentido del humor que él denomina “ácido” y yo me inclino mas bien por “macabro”. Sorprende de continuo y nunca sabes dónde va a ir a parar. Cualquiera que le lea le imaginará como a un ogro feroz y barbudo que va por ahí comiendo niños y poniendo la zancadilla a las pobres viejecitas cuando en la realidad es una persona sumamente tímida, afable, cariñosa, sensible y culta. Y es que los escritores siempre acaban sorprendiéndonos. En fin, si alguien tiene curiosidad aquí dejo su web:
http://alexessolharis.blogspot.com/ , aunque creo que ya la tengo indicada en mi “blog” pero no estoy segura.

Últimamente han florecido como amapolas en Primavera los “blogs” sobre si está o no en “peligro” la lengua española o, si se quiere, castellana como gusta definirla a los nacionalistas. Ha sido a raiz del “manifiesto” publicado por un grupo de intelectuales. El “Manifiesto” en cuestión no pide nada del otro mundo pues se limita a transcribir lo que dice La Constitución española. Resulta “bochornoso”, eso si, aunque no para los del “Manifiesto”, sino para los gobernantes estatales y autonómicos, pues resulta increíble que haya que “pedir” algo que éstos deben hacer cumplir sin mas historias. O existen Leyes o esto es el “cachondeo padre”. Quizá sea el “cachondeo padre”. Pero hay algo mas. Aunque no se menciona expresamente, hasta el mas tonto se ha dado cuenta que el escrito hace referencia a Cataluña y que lo que, en el fondo, viene a querer decir es hasta cuándo en esta Comunidad se va a seguir consintiendo una “imposición” lingüística mas propia de una Dictadura “neo-nazista” que de una Democracia y que cuándo, cuándo, cuándo la legión de políticos que nos cuestan un ojo y parte del otro van a hacer “algo” para que se cumpla una cosa tan simple como es actuar conforme marcan las Leyes y se garanticen los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Las reacciones nacionalistas no se han hecho esperar. Para mas “INRI” los integrantes del “Manifiesto” son de tendencias izquierdistas. Si fueran de derechas con tildarles de “franquistas”, “fachas” o cualquier otro calificativo que, aunque no digan gran cosa son muy socorridos, pues asunto concluido. Pero no, mira por cuanto son de izquierdas. Abundan, por consiguiente, los “blogs” tratando de “demostrar” lo equivocado de la cuestión y lo tendencioso del “Manifiesto” que los promotores serán “izquierdistas” pero poco, poquito, casi si me apuras nada. Mas bien unos “aprovechados”.Todas las noticias y todas las cartas publicadas en la prensa, un día si y otro también, resulta que son meros embustes. También lo debe ser lo de los barrenderos no contratados por no saber catalán (¿Cómo se barre “en catalán”? Me intriga) o la de ciudadanos catalanes que envían a estudiar a sus hijos a Zaragoza o a Valencia para que puedan recibir una enseñanza en castellano. Todo son “inventos” de la prensa que es como es y que todos sabemos que no podemos fiarnos mucho de ella. Y si no son de la prensa serán de alguien, pero “inventos” a fin de cuentas.

Inician la argumentación, como no, con el consabido lamento sobre la “tradicional persecución lingüística catalana”. Ya se que a estas alturas causa mas bien hilaridad y nadie se lo cree, pero es como una tradición y cualquier nacionalista que se precie, sin este preámbulo queda como un poco en entredicho . A continuación tienen cabida los razonamientos mas inverosímiles. Algunos ingeniosos, otros, simplemente alucinantes.

Hay quien afirma que los firmantes son “intelectuales” pero “poco”. Intelectuales de “segunda”, entendámonos. Por supuesto, como decía anteriormente, unos “aprovechados”. Pues vale, vale. Vale.

Otros cuantos que no hay problema con la enseñanza en castellano porque los niños “ya lo aprenderán en la calle”. Increíble, increíble, increíble. Es como decir que se prohíbe la asistencia a clase de matemáticas a los hijos de los ingenieros, arquitectos y contables porque ya aprenderán la asignatura de sus progenitores. O a la de Educación Física a todos los niños que poseen una bicicleta. Como decía, increíble.

Otros, muy serios ellos, afirman que es lógico que se de la enseñanza en catalán pues a fin de cuentas es la lengua “usual” de “todos” los catalanes. En el párrafo siguiente reconocen que en sus casas un 50% de los niños utilizan “solamente” el castellano y que un 70% del total de los alumnos es en castellano el idioma que utilizan en sus relaciones fuera del control de las aulas. ¿En qué quedamos? ¿Qué entienden estos señores por “usual”?

Así de “blog” en “blog” como de oca en oca. En algunos dejé algún que otro comentario sobre los que no confíaba tener ninguna respuesta. Ni las gracias siquiera. Por supuesto que acerté, aunque mejor así que en el único “foro” sobre política que se me ocurrió meter las narices a la primera y única opinión que tuve la osadía de exponer recibí como respuesta medio folio de insultos. Los nacionalistas ya se sabe, si hay que “dialogar” se dialoga, pero dándoles siempre la razón.

lunes, 16 de junio de 2008

CONFIDENCIAS DE UN DOMINGO AL AMANECER

Hoy ha hecho una mañana buenísima. De esas de coger las cosas y marchar a la playa, relajarse y dejar que el tiempo pase sin sentir. Me encanta. Algunos hasta se bañan y todo, pero esos son los osados que en lo que a mi respecta hasta que no veo salir vaporcito del agua de puro caliente me conformo con tumbarme al Sol, como una lagartija, pasear, oír un poco de música y sobretodo relajarme, relajarme, relajarme.... Relajarme si es que me dejan que últimamente parece que este asunto lo tengo bastante “crudo”, crudísimo.

Esta mañana ha sido para mi amigo Lluis para el que he actuado como “paño de lágrimas”. Cuando salí de casa dispuesta a buscar un lugar en la playa solitario y tranquilo en el que poder tomar el Sol en “top-less”, ahí me le encontré, “montando guardia” en la acera dispuesto a pegarse a mi como una lapa. No es la primera vez que lo hace. Como sabe que si me la anuncia para quedar le voy a decir que no que prefiero la soledad, recurre a no decirme nada y esperar como un “pasmarote” ante mi portal. Como sabe que me encanta ir a la playa, tarde o temprano apareceré y entonces se pega a mi que no hay quien le separe ni con agua caliente. Adiós relax, adiós tranquilidad que el “guión” de lo que va a acontecer a continuación me lo conozco sobradamente. A saber, decirme “cuanto” me quiere, lo “enamoradísimo” que está de mi y lo mala, malísima que soy con él que no le hace todo el caso que requiere y que es toda, absolutamente toda la atención del mundo. Las veinticuatro horas de cada día de mi vida pendiente de su persona. Tratar de convencerme de que echemos un “kiki”, un “polvete”, hagamos el amor, o como quiera decirse, que no solo de pan vive el hombre y si, mucho “enamoramiento” pero no “platónico” que eso no entra dentro de sus esquemas. Y en esta ocasión se añadía un motivo mas, y era mi “desaparición” de ayer noche (quizá mejor, madrugada de hoy) en compañía de un treinta añero simpático, cachondo y con ganas de juerga, cuando ya la segunda copa de mas estaba haciendo estragos dentro de mi.

Una aportación de uno de los “amiguetes”. Un primo suyo que incluía en el grupo con la pretensión de que entre todos “elevásemos” su ánimo que lo tenía muy, muy decaído a causa de su reciente separación conyugal. No hijo, no, de “decaído” nada de nada. Ni el ánimo ni ninguna otra cosa. Mas bien “desenfrenado” y con unas ganas de “fiesta” que para qué contar. Nos miramos, nos compenetramos al instante y puso un cerco a mi alrededor que todos los intentos de Lluis por romper no consiguieron ni abrir una pequeña brecha. Me insinuó de pasada que su BMW estaba aparcado muy cerquita, tan cerquita que tan solo había que dar un salto para encontrarnos los dos dentro rumbo a lo desconocido, y esa información me pareció tan sumamente interesante que, lo que son las cosas, a los pocos minutos sentí que me entraba un “terrible” dolor de cabeza y hube que pedirle que me llevara, por favor, hasta mi casa. Fue tan amable de aceptar, y hasta no pareció importarle tener que interrumpir la velada. Mas bien se mostró encantado. Sin embargo Lluis pareció molestarse y no se muy bien por qué. ¿Qué culpa tenía yo de esa jaqueca tan molesta y repentina que me “obligaba” a pedir ayuda a un recién conocido? Si hubiera tenido coche se lo hubiera pedido a él que a fin de cuentas es un gran amigo, pero no era ese el caso. Quiso acompañarnos, pero yo me opuse tajantemente. No hijo, no que con “estropear” la fiesta a uno es suficiente. Ya ves que cosas, esta mañana estaba tan sumamente irritado que hasta lo de declarar su “enamoramiento” y lo de sus proposiciones deshonestas pasaron a un segundo plano. Ni siquiera se interesó por mi “dolor de cabeza”.

Me reprochó malhumorado que me hubiera marchado con “él”. Lluis siempre llama “él” al acompañante en cuestión del que se siente profundamente celoso y odia con toda su alma. No tienen nombre, tan solo “él”. Por supuesto que me fui con “él”, la cabeza me dolía “terriblemente” y tuvo la amabilidad de ofrecerse a llevarme. Comentó irónico que fui yo quien se lo pidió, que estuvo coqueteando conmigo desde el momento que nos presentaron y que por mi parte no cesé en insinuarme con sonrisas y poniendo caras así y asao. ¡Ay, Señor, Señor qué paciencia! ¿Acaso quería que actuara como una maleducada? Tan solo actuaba así por mera cortesía y que a decir verdad me había parecido un “pelmazo” de cuidado. Recibió esta última confidencia con una risita de sarcasmo replicándome que muy “pelmazo”, muy “pelmazo” pero me había ido en su compañía, añadiendo malintencionadamente le gustaría saber “donde” había finalizado nuestra excursión. Mi cara era el reflejo angelical de la inocencia cuando sorprendida repliqué que en mi “estado” a qué otro lugar podríamos haber ido que no fuera el portal de mi casa donde nos despedimos para marchar “él” por su lado y yo en busca de mi camita. Y esa era la pura verdad.

No mentía lo mas mínimo aunque omití el “pequeño” detalle de que, si bien el trayecto hasta mi casa no tendría que durar mas de veinte minutos, cuando me dejó feliz y satisfecha ante mi portal habrían transcurrido algo mas de dos horas. Dos horas y “pico” largas, laaaaaaarrrgas y gloriosas fruto de un “pequeño” alto en el camino. Lo que se dice una precisa y placentera “parada técnica”. Una “parada técnica” pero que muy, muy, muy placentera.

Siguió un buen rato. Cuando, finalmente, acabó su enfado empezaron a llegarme las declaraciones de amor y las ideas, absurdas en su mayoría, para que los dos juntitos pasásemos una tarde “inolvidable”. Para Lluis la idea de pasar una tarde “inolvidable” es pasarla haciendo el amor como cosacos. A su casa no podía llevarme que estaban sus padres, pero ahora que “caía” en mi casa estaba yo sola, solita y ... y ...y ... Le interrumpí negándome en redondo. En efecto esa tarde estaría yo solita en casa, pero pretendía seguir estando sin compañía alguna. Insistió, claro está. Insistió y mucho, aunque todo fue inútil.
- “ Recuerda el refrán ese de que el buen vino hay que tomarlo a pequeños sorbos paladeándolo intensamente. De ninguna manera hay que abusar de él y coger una borrachera”.

Me preguntó si estaba mal de la cabeza y qué diablos tenía que ver el buen vino con lo que me estaba proponiendo. Inútil explicarle nada. Opté mejor por callarme y no confesarle que mi dosis de “buen vino” ya estaba cubierta.

También me miró boquiabierta mi hermana y me preguntó si me “faltaba un tornillo” cuando la aconsejé que si alguna vez se compraba un BMW con asientos tapizados en cuero llevara en el maletero unas fundas para cubrirles, a ser posible de seda. Tampoco me entendió ni “pum” y sin embargo el consejo era bien bueno ¡Se pega tanto el cuero al cuerpo desnudo, y eso resulta tan
molesto!.

sábado, 7 de junio de 2008

UNA TORMENTA SOBRE MI CABEZA





SOL (Lujuria)


Hace un par de semanas recibí la invitación para la “despedida de soltera” de Martita. Un tarjetón rosa pálido con el dibujo esquematizado de una muñeca en su parte superior izquierda que me dejó momentáneamente bizca por lo cursi. En un principio creí, ingenua de mi, que todo era un mal entendido. Pero no. Cierto y muy cierto. ¡Vaya por Dios! Los padres de la protagonista son unos grandes, grandes, grandes amigos de mis padres, y como tienen tan enorme amistad, de esa que se llama de “toda la vida”, quisieron tener una “atención” hacia nosotros. Cosas de padres. Un compromiso que me ha llegado llovido del cielo y al que no voy a tener mas remedio que aceptar con la misma alegría que si me propusieran tirarme de cabeza en una piscina de agua helada en pleno Invierno. Muy atenta la chica por invitarme. Muy atentos sus padres que, a fin de cuentas, fueron de quienes partió la idea. Muy atentos todos. Muy atentos, muy atentos. Pero la noticia del evento y lo que esto supone, “organizarme” de buenas a primeras un fin de semana, amén de “machacarme” unas cuantas tardes en “visiteos” de compromiso me ha sentado, como vulgarmente se dice, a “cuerno quemado”.

También ha sido invitada mi hermana, pero como ella vive en el “País de Cursilandia” hasta se emocionó y todo exclamando frases como “¡Qué romántico!”, “¡Qué emocionante!”, y cosas similares que me pusieron los pelos de punta. Acto seguido centró toda su atención en su vestuario, en qué se pondría o dejaría de ponerse, en lo mal que le sentaba todo, todo, todo lo que se agolpaba en su armario pues aquello que no le estaba amplio le ocurría lo contrario que le estaba angosto y en todo caso estaba pasado de moda. Una verdadera tragedia añadida.

Como ya he dicho, cosas de padres quienes de vez en cuando sorprenden con sus ideas peregrinas.

Imaginé que a la futura novia le haría la misma ilusión incluirnos en la lista de amigas dispuestas a pasar una noche haciendo el “gilipollas” que la que me hizo a mi el recibir la invitación. Imaginé que muy a regañadientes cedió a la pretensión de sus padres preguntándose por qué los progenitores no podían hacer entre ellos cuantas fiestas les vinieran en gana y quedar bien con quien quisieran sin tener que meter las narices en las de sus hijos. Imaginé que trataría de recordar cómo eran esas dos chicas que iban a irrumpir en su fiesta como la serpiente en el Paraíso, cuyo trato, mas que esporádico, se había reducido al “hola” y “adiós” y poco mas. De siempre nuestros respectivos padres se habían empeñado en que fuéramos “muy amigas” en base al lógico razonamiento de que ellos lo eran. De siempre esa pretensión había sido un estrepitoso fracaso. No es que nos “odiáramos” ni nada por el estilo, simplemente que vivíamos en “distintas galaxias”. Eso con respecto a mi que en lo que concierne a mi hermana estaba la diferencia de edad, ya que Martita es un año menor que yo. En la niñez el tema de esta “amistad” fue toda una cruzada de lo mas agobiante. Pareció caer en el olvido en la adolescencia, pero fíjate por cuanto, ahora volvía a resurgir con mas virulencia. Y todo porque el padre de Martita, en vez de dejar a las amigas de su hija organizar y sufragar la fiesta que les viniera en gana aunque fuera “cutrecilla”, se había erigido en Mecenas que quiere para su única hija lo mejor de lo mejor. Corría con todos los gastos, pero al tiempo, (¡Ay!), se reserva el derecho de meter de “clavo” a dos extrañas Maravilloso.

Visita a Martita para darle las gracias por su gentileza y, al tiempo, conocerla a ella y a sus amigas pues no era cosa de que llegado el momento llegásemos como dos extrañas que, lo cierto, es lo que éramos. Continúa el “ritual”. “Muchas gracias por la invitación”. “Encantada de que asistáis”. Mera educación. Es una chica discreta, algo tímida y tradicional. Físicamente menudita, guapita y con unos enormes ojos. También está su novio, poquita, poquita cosa. Delgadito, con gafitas y una medio sonrisa que parece pintada en su cara. Por supuesto vale mucho mas la chica.. Mi hermana le calificaría posteriormente como un chico “muy majo” quizá porque era un poco del estilo de su propio novio. Desde luego no es el chico capaz de un ardiente fuego en una chica. Quizá ni siquiera una débil llamita.

Pues vale, ya hemos hecho la “visita” a Martita, nos hemos dicho cuatro “lindezas” que ninguna nos hemos creído y de rebote me han hecho polvo la tarde. Pero la cosa continúa. Ahora nos toca conocer a las amigas de la chica. Otra tarde perdida, y estoy yo como para andar perdiendo tardes. Venga, vamos allá. Son seis las chicas. Salvo una “pizpireta” llamada Mariam que, a Dios gracias, es la que lleva la “voz cantante”, el resto parecen sacadas de un internado de monjas ursulinas. Nerviosinas, nerviosinas, nerviosinas por el próximo evento. Casi histéricas. Mi hermana con ellas se encontraba como pez en el agua mientas a mi se me ponía la “piel de gallina” pensando en lo que se me avecinaba. A cada momento un coro de voces insulsas repetía como papagayos “¡¡¡Lo vamos a pasaaar mas bieeeen!!! ¡¡¡Qué risa vamos a pasaaar!!!”. No aludían para nada en qué consistiría ese “pasarlo bien” que tanto pregonaban y ni cual sería el motivo de la risa. Tan solo repetían una y otra vez la misma cantinela.

En un apartado Mariam me puso en antecedentes. Todo estaba ya hablado entre ellas. Ya que disponían de la generosa financiación del padre y no había que andarse con tacañerías, habían tomado información de una empresa especializada en estos actos que se lo daría todo, todo, todo resuelto. Existían varias variantes, claro está, pero ellas se habían decantado por algo “emocionante” aunque, sin olvidar, por supuesto, los cánones de “moralidad” y “buenas costumbres” de las asistentas. De lo que se trataba era de dar una “sorpresa” a Martita, “pasárselo” bien y con mucha risa. Conforme me lo contaba me sentía desfallecer.

Traslado en microbús, a medio día del sábado, hasta el hotel donde nos alojaríamos. Habitaciones dobles a excepción de la novia que dormiría solita en una cama matrimonial. Compartir habitación con mi hermana siempre ha sido la “ilusión” de mi vida. Comida seguida de una amplia, amplísima sobremesa. “Podemos charlar, pasear, conocernos mejor,...”. Maravilloso. A media tarde la novia recibiría una sesión completa de masaje. Es de suponer que las demás seguiríamos charlando, paseando y conociéndonos mejor. Cena “erótica” asistida por un “showman”. Espectáculo. El “boy” que no falte, claro está. No, no llegaría al desnudo integral. Otra cosa me sorprendería. Baile en la discoteca donde nos encontraríamos con el novio y sus amigos que habrían celebrado por otro lado su correspondiente despedida de soltero. Regreso al siguiente día después de comer. “Colorín”, “colorado” este cuento se ha acabado. Como detalle adicional se alquilarían unos disfraces para “dar mas risa”. Al oírlo se me doblaron las piernas. Con un hilo de voz pregunté de qué “tipo” de disfraces se trataba. Habían pensado en atuendos lo suficientemente amplios como para ponérnoslos encima de la ropa que llevásemos puesta con comodidad. La novia de presidiaria y las acompañantes con “algo así” como túnicas blancas como las de las películas de romanos. ¿¿Túnicas?? Pues si.. Naturalmente habría también pelucas y accesorios diversos. Vale, vale, vale. Muy bién. Desde luego la cosa “prometía”.

Me pregunté donde estaba la “sorpresa” que querían dar a Martita pues hasta la chica mas tonta conoce de “pe” a “pa” el “guión” de lo que me estaba describiendo.

Miré a Mariam. Esperaba que estuviera colorada como un tomate y muerta de vergüenza, pero no, curiosamente la chica me sonreía satisfecha. Realmente sorprendente. Pregunté sobre el “tipo” de chicos que componían los amigos del novio con los que estaba previsto encontrarnos. Su grupo era mas numeroso que el nuestro, una docena o, quizá, alguno mas y había de todo un poco como era de esperar. Algo había empezado a bullir dentro de mi cabeza. Una idea realmente disparatada que por lo disparatada se hacía cada vez mas atractiva. Cuando llegó el momento de preguntarme sobre mi parecer y contestarla que me parecía todo un poco “soso” y, desde luego, mejorable, añadiendo si mas algún que otro “pequeño” cambio, me miró expectante. Tampoco a ella acababa de sentirse satisfecha con el resultado que si había llegado al resultado que había llegado había sido por la presión de las otras chicas a las que calificó de “remilgadas” ya que por ella todo el asunto ese hubiera sido menos “descafeinado”. Le expuse mi parecer y la chica abrió unos ojos como platos. Una cosa era añadir una tacita de café y otra muy distinta, toda la producción de café del Brasil.

Lo del “masaje corporal” lo tenía mas claro que el agua. Martita empezaría recibiendo las atenciones de “una” masajista, pero cuando mas relajada y distraída estuviera se haría el cambio por un “un” tio “cachas” en tanga. La sorpresa que recibiría cuando se diera cuenta de quién estaba sobando su cuerpo desnudo seria mayúscula. Eso si que sería toda una sorpresa y lo demás bobadas.

Nada de disfraces “sosos” para poner sobre la ropa, mejor algo mas “sugerente” y, por supuesto, para poner no “sobre” sino “en lugar de” la ropa. ¿No resultaba ridículo eso de las túnicas y las pelucas?¿Y lo de la “presidiaria”? Mejor olvidarnos de las tiendas de disfraces y hacer alguna visita “ilustrativa” a algún “sexy-shop”. No hace mucho cayó en mis manos por casualidad un catálogo de ropa de disfraz sexy y quedé alucinada de la variedad.

En la “cena erótica”, a parte del consabido “showman” mariquita había que introducir alguna “nota de color”. ¿Camareros de “buen ver” y “poca ropa” que al tiempo que ponen y quitan platos se insinúan a las asistentas, especialmente a la novia? Seguro que en la “agencia especializada” nos podrían sugerir bastantes ideas.

Nada de “boy” en “taparrabos”, desnudo integral como tiene que ser. Máxime cuando las otras no lo esperan. Aunque solo fuera por ver sus caras, especialmente la de mi hermana, bien merecería la pena. Seguro que alguna se desmayaría de impresión, pero a eso ni caso, gajes del oficio. Y ya puestas ¿Por qué un “boy” y no dos o tres? Tres es un número bonito. Tres “batutas” dirigiendo el coro de puritanas féminas histéricas sería un espectáculo digno de ver. También constituiría toda una sorpresa inolvidable.

¿Por qué discoteca?. Mejor hacer “nuestra” fiesta en un saloncito privado. Invitaríamos a la “panda” del novio que a esas horas estarían con cuatro, cinco o seis copas de mas y pensarían que estaban viendo visiones cuando nos vieran con nuestros atuendos. Entre las copas de mas de ellos y las que lleváramos nosotras el resultado sería explosivo.

Por supuesto que de estos cambios a las otras ni media. Que se lleven la sorpresa.

Mariam que hasta el momento tan solo había logrado exhalar unos “¡Oooohhh!” a cada nueva idea mía, logró recuperar su voz para decirme en tono desfallecido que eso mas que “despedida de soltera” era una “orgía”. Puedes llamarlo como quieras, pero lo “otro” no es mas que la visita a un “parque temático”.

Camino de casa mi hermana no paró de hacer lenguas de lo “simpáticas” y “agradables” que eran todas, de lo “emocionante” que resultaba todo eso y de lo “bien” que lo íbamos a pasar. Detrás dejaba a Mariam convertida en una estatua de sal. Lo había intentado pero había que rendirse ante la cruel evidencia. Me esperaba una velada en la que tan sólo faltaría Mary Poppins. Alguna noticia buena tendría que recibir, mi hermana se había decidido por el vestido verde en tonos pastel. Enhorabuena.

Al día siguiente me telefoneó Mariam. Intentando dar un tono jocoso, comentó que qué cosas mas “disparatadas” y “absurdas” se me ocurrían. Lo decía como el que alude a un chiste que le hubiesen contado. Pero al hablar tartamudeaba. No hijita no, de “chiste” nada de nada que lo decía en serio y muy en serio. Ya sabía que era algo “disparatado” pero son las cosas así las que son “divertidas” y fuera de lo “normal”... Tranquila por las otras, puede que al principio se quedasen de “piedra”, pero seguro que lo pasarían como nunca en su vida ... Me ofrecí a quedar con ella y acompañarla en las gestiones. La chica titubeaba ... titubeaba ...titubeaba... Pero deseaba aceptar. Y aceptó.
Y quedamos. Y hablamos. Y se entusiasmó con mis “absurdas” y “locas” ideas. Y...Y....Y...

...Y ahí quedó todo.

En mero deseo por falta de valentía. Una vez mas triunfó la encorsetada, triste y gris normativa de lo que “debe ser” y el “qué dirán” sobre la alegre, colorista y apasionante libertad de lo que le “gustaría” que fuese. El Sol que por un instante había brillado en todo su esplendor quedaba oculto por negros nubarrones.

Esta entrevista con Mariam tuvo lugar a finales de la pasada semana. Dentro de dos será la celebración para la que trato de mentalizarme. No será fácil, la verdad. En el fondo, en el fondo, en el fondo .... aún espero ¡Que se yo! Quizá un pequeño “milagro”. ¡Pero los milagros son tan raros en estos tiempos!