Paisaje con nubes

Paisaje con nubes
SOL (Paisaje con nubes)

martes, 1 de enero de 2008

LOS OLVIDADOS DE LAS “FELICES NAVIDADES”:






SOL (Lita)


Su nombre es Luisa, pero desde siempre se la ha llamado Lita. En un principio pensé que se trataba una abreviatura de “abuelita”, pero no, nada tiene que ver que ya desde pequeña la empezaron a llamar de esa forma, vete tu a saber por qué. Desde que enviudó, hace así como quince años, vive con su hija y la hija de ésta. Ambas se llaman Luisa, como siguiendo una tradición, aunque a la hija todo el mundo la llama Marisa, lo cual está bien para evitar confusiones. La tercera de la generación es amiga mía desde hace años, la única a la que se la llama Luisa de esta pequeña saga y está ultimando la carrera de Arquitectura Técnica. Viven las tres solas arreglándose mas mal que bien con el sueldo de Marisa y la pequeña pensión de Lita. El marido de Marisa hará unos ocho o diez años que desapareció de casa. Así sin mas. De un día a otro, sin mediar palabra y con todos los ahorros que tenía el matrimonio. Tiempo después se enteraron que estaba viviendo con una venezolana. Se lo dijeron unos que ni ella ni su hija han vuelto a tener noticias de él. Fue entonces cuando Lita vendió su casa del pueblo para irse a vivir con ellas. Las tres mujeres tienen una gran unión entre ellas, y pese a las estrecheces económicas que padecen, en su casa siempre reina una alegría y optimismo que realmente resulta emocionante. Cualquier cosa por pequeñita que sea es motivo de risas y disfrute. Pocas personas he conocido que sepan dar a la vida una visión tan positiva como ellas.

Lita era la clásica señora de pueblo, bajita, fuertota y coloradota. Se reía a carcajadas ante cualquier chascarrillo y no parecía sino que la vida era una continua broma para ella. Asumía en la casa el papel de cocinera en el que era una verdadera maestra y el aroma de sus guisos eran palabras mayores que emocionaban a cualquiera. Solía tener un tarro con rosquillas, ni que decir tiene, hechas por ella según una vieja receta de esas que se van transmitiendo de madres a hijas y no figuran en los libros de cocina. Una delicia. Siempre las sacaba cuando llegábamos alguien de fuera y se ponía hueca como una gallina al ver nuestras caras de satisfacción. En una ocasión la pedí que me dejara hacerla un retrato que esos colores de sus mejillas tan sanotes me llamaban poderosamente la atención. Posó muy quietecita algunas jornadas y cuando le enseñé mi obra a medio terminar soltó una gran carcajada diciéndome que la había sacado “muy fea”. Pero en el fondo, se sentía muy ufana y le gustaba. El cuadro fue quedando de un día a otro sin ultimar, a falta de los últimos retoques, hasta hoy.

Lita tiene demencia senil. Ha sido como si algo se rompiera dentro de ella y de muy poco tiempo acá se fuera precipitando hacia el abismo de lo absurdo. Cuando la fui a visitar en estas Navidades no me conoció. Me miró con la vista puesta en el infinito y sin decir palabra se sumergió en las tinieblas de un sueño que la atrapan cada vez mas. Según me contaron, permanece dormida casi todo el día y en los ratos en que dice algo son incongruencias en las que se mezclan épocas y hechos como si de una película surrealista se tratase. Su risa fuerte y profunda se ha perdido para siempre. Necesita cuidados constantes y ayuda para todo, incluso para andar que es incapaz de hacerlo por si sola. También para vestirse, desvestirse y lavarse. Representa una esclavitud perenne que solo se puede sobrellevar a costa de un gran cariño.

A Luisa le queda muy poquito por finalizar su carrera. Pensaba concluirla en este curso, pero por ahora y hasta Dios sabe cuándo no va a poder que tiene que estar por la mañana en casa al cuidado de la abuela mientras su madre está en el trabajo. Si tuvieran mayores medios económicos podrían contratar los servicios de alguien que les ayude, pero es impensable. Cuando termine y se coloque quizá puedan llevar a Lita a una residencia, será muy duro para ellas pero no existe otra solución. De momento prefieren no pensar en nada mas que del día a día, otra cosa sería caer en la amrgura. He encontrado a ambas sumamente cansadas, con ese agotamiento que da la desesperación al no poder hacer nada por un ser querido. Aún así tratan de ser alegres y ver las pequeñas cositas buenas que nos da la vida. Me han emocionado y al tiempo me he sentido avergonzada por las múltiples veces que una se queja por tonterías que al lado de lo suyo son nimiedades.

Me gustaría dedicar este pequeño escrito a todos los que están como mi amiga y su madre. A todos los que están como Lita, viviendo en un mundo desconocido. A todos los que sufren. A todos aquellos para los que las Navidades son otra cosa muy distinta de los “globos de colores”, burbujas de champán, regalos, risas, felicidad, Papas Noel, Reyes Magos y las 12 uvas de la suerte, a que nos tienen acostumbrados los anuncios de la tv y propagandas de los comercios, de esa forma tan machacona que hasta nos lo acabamos por creer. A todos aquellos en los que éstos días son como cualquier otro día que hay que superar con una gran carga. A todos aquellos que aun siendo los grandes olvidados se enfrentan a la vida con una sonrisa de ilusión. A ellos con todo mi cariño.

3 comentarios:

Alex [Solharis] dijo...

¡Ni se te ocurra cerrar el blog o tendré que manifestarme! Cada vez me gusta más... Pero no todo iba a ser comedia, esta vez me has sorprendido con una historia triste y al mismo tiempo esperanzadora. Quizás a mí se me dé bien con la ficción, pero me gusta la naturalidad con la que hablas de historias reales. Yo no sé si podría hacerlo así.
Ah, podríamos aprender mucho de estas mujeres.

Cybernapya dijo...

Chiqui, vaya dos lagrimones que me has sacado con este post... Sigue así, no lo cambies.

solselenia dijo...

Cybernapya:
No he querido ponerme "sentimentaloide" sino rendir un pequeño homenaje a alguien que no siendo nadie para el resto del mundo, vive en el cariño que ha sabido granjearse en unas pocas personas. Trato un poco de reflejar la vida que me rodea, a veces dista mucho de ser un "cuento de hadas", es, simplemente, como es.